Así pues, presidente Hugo Chávez anunció hoy con gran orgullo que Venezuela comprará de nuevo bonos argentinos para vender a los venezolanos como manera de reducir la liquidez monetaria local. Esta vez será por una suma total de US$ 750 millones. Esta operación es simplemente indefendible, no existe ninguna justificación para que Venezuela actue como puente para Argentina, solo porque ese país dejo de pagar su deuda de forma irresponsable. Éste es simplemente un subsidio para ese país de los venezolanos.
Por otra parte, con excepción de lo político, no hay ventaja alguna para Venezuela o sus ciudadanos haciendo esta operación. De hecho, si la emisión entera del Bono del Sur anunciada por Chávez estuviera compuesta toda por bonos venezolanos , disminuiría los costos para el país en el futuro del servicio de su deuda.
El gobierno podría, por ejemplo, emitir los mismos US$ 750 millones en un nuevo bono venezolano con una cupón más bajo y utilizar los ingresos para recomprar bonos de la república ya emitidos que son más costosos. Pero claramente no tenemos suerte, las metas del autócrata/dictador son más importantes que el futuro de la gente venezolana que regala de nuevo lo que legítimamente les pertenece.
Un país más pobre subsidia así uno más rico, solamente en esta revolución estúpida podía pensarse en esto. El GDP de la Argentina per capita es casi el triple del de Venezuela, tan sencillo como eso.
La parte más ridícula de la emisión es decir que darán prioridad a los “inversionistas pequeños”. No conozco a nadie que estaría interesado en un bono soberano argentino denominado en dólares y en un bono en Bs. (TICC) indexado al US$ que rinde el 5%, que es a parte venezolana de esta emisión. Solamente los bancos pueden estar interesados en este último papel. La mayoría los “inversionistas pequeños” simplemente usan esto como una manera más barata de invertir en billetes verdes, compran el Bono del Sur, venden el bono argentino a cambio de dólares de los E.E.U.U. y venden el TICC con ganancia. Al final compraron dólares a un precio más barato y se llevan el dinero a sus cuentas en el extranjero. Hay también especuladores, compran el bono, venden las partes s, incluyendo los dólares en el mercado paralelo y realizan una buena ganancia.
Si, esto es verdaderamente revolucionario, pero por lo estupido, que desgracia!